Precisamente ahora cuando más te quiero, le das un golpe bajo a mi corazón, me dices que te olvide que en este momento, irremediablemente se llegó el adiós.
Me duele que termines todos nuestros sueños y que mi piel no tenga acceso a tu calor, que se te haga tan fácil decirme lo siento, sabiendo que un adicto soy de tu pasión.