Te deslizas cansada por los raĂles alemanes, detrás me quedo yo sin tus caricias suspendido en un sillĂłn de orejas.
AsĂ como lo oyes, asĂ como lo ves.
Trataba de conquistar una idea, una dama por los tejados. En Hamburgo te esperan en la radio y yo me quedo aquĂ bebiendo horchata en Alboraya, Valencia.