Fueron doce chozas con una iglesia, así empezó. En la verde sabana vida encontró.
A pesar que de caciques y de historia estaba llena nunca quiso dejar su luna y su estrella. Y otra identidad, Otro dios a quien rezar. No pudo la flecha con la pólvora y la mecha.
Y otros genes se fundieron en las brasas. Entre sangre y fuego entro el dueño en la casa Y otros genes se fundieron en las brasas Decantado el cobre de su piel, quedó mi raza.
Y así nació Como un canto una oración Una mujer que es bonita De cara y de corazón.
Y así nació Como un canto devoción En sus ojos de esperanza Y en su risa la ilusión.
Al pie da la montaña tocando el cielo esta Bogotá como un jardín de luces muestra su inmensidad.
A pesar que de caciques y de historia estaba llena otro épico papel puso a prueba su espera.
Volver a empezar. De la nada comenzar. Aún no estaba hecha y dio al mundo nueva cosecha.